viernes, 24 de mayo de 2013


Ortografía: (del griego: Orthos: Derecho, correcto y Grapheia: escribir) es el arte de escribir correctamente.

La Normativa de la Lengua establece cuáles son las formas correctas que deben emplearse, aunque el hablante va modificando la Lengua, y la normativa tiene que ir adaptándose a los usos de cada época y lugar geográfico.

La Real Academia Española de la Lengua, es la Entidad que unifica las directivas para todo el mundo de habla hispana, y quien va realizando publicaciones tanto sobre prosodia y ortografía, así como de lexicología y diccionarios.

El dominio de la lengua sirve esencialmente para hablar y escribir mejor. Un escrito con faltas se desmerece, pierde valor. Es importante en una función o empleo, tener dominio sobre la palabra escrita. Algunos de los consejos para el correcto empleo de la ortografía, consisten en:

·         Conocer las Normas.
·         Ejercitar la escritura sin errores.
·         Prestar atención a la forma de escribir.




La ortografía se puede describir como el uso correcto de las letras para escribir palabras. Concretamente el término ortografía subraya que las letras se usan de acuerdo con unas determinadas convenciones que se expresan a través de un conjunto de normas. Éstas establecen el uso correcto de las letras y los demás signos gráficos en la escritura de una lengua cualquiera en un tiempo concreto. La escritura alfabética es en su origen una escritura fonética. Ahora bien, no existe alfabeto alguno que sea una representación exacta de su lengua. Incluso en el caso del español, que es junto al alemán una de las lenguas que mejor representa su fonética, existen 28 letras para representar sus 24 fonemas básicos






Cuéntase de un señor que, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente escrito, falto de todo signo de puntuación:

Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo

Se dio lectura del documento a las personas aludidas en él, y cada cual se atribuía la preferencia. Mas a fin de resolver estas dudas, acordaron que cada una presentara el escrito corriente con los signos de puntuación cuya falta motivaba la discordia. Y, en efecto, el sobrino Juan lo presentó de esta forma:

Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

Como puede verse, el favorecido resultaba ser Juan; más no conformándose el hermano Luis, este lo arregló así:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No: a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

El sastre, a su vez, justificó su reclamación como sigue:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

De este modo, el sastre intentó cobrar su cuenta; pero se interpusieron los jesuitas, reclamando toda la herencia, y sosteniendo que la verdadera interpretación del escrito era esta:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo.

Esta lectura motivó gran escándalo entre los concurrentes y, para poner orden, acudió la autoridad. Esta consiguió restablecer la calma, y después de examinar el escrito, objeto de la cuestión, exclamó en tono severo:

-Señores: aquí se trata de cometer un fraude. El finado no ha testado y, por tanto, la herencia pertenece al Estado, según las leyes en vigor. Así lo prueba esta verdadera interpretación:

¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.

“En su virtud, y no resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez …, etc., etc., me incauto de ella en nombre del Estado. Queda terminado este asunto”.

Conclusión: El uso de los signos de puntuación viene determinado por el sentido de las frases y es necesario usar los que en cada caso convengan y precisamente donde convengan.

IMPORTANCIA DE LOS SIGNOS DE PUNTUACION.

 
Los signos de puntuación se usan en los textos escritos para intentar reproducir la entonación del lenguaje oral (pausas, matices de voz, gestos, cambios de tono, etc.) con objeto de interpretar y comprender correctamente el mensaje escrito.
Los signos de puntuación, por lo tanto, nos permiten expresarnos con claridad y evitar interpretaciones diferentes del mismo texto.
EJEMPLO:
  • Perdón imposible, que cumpla su condena.
  • Perdón, imposible que cumpla su condena.
  •  No, es verdad.
  • No es verdad.
Los signos de puntuación delimitan las frases y los párrafos y establecen la jerarquía sintáctica de las proposiciones, consiguiendo así estructurar el texto, ordenar las ideas y jerarquizarlas en principales y secundarias, y eliminar ambigüedades. La puntuación varía según el estilo de escritura; sin embargo, las diferencias de estilo que se puedan presentar no eximen a nadie de cumplir con ciertas normas mínimas y de evitar errores generalmente considerados como inaceptables. De ahí la importancia de conocer y aplicar las normas básicas de la puntuación.
No obstante, hay que advertir que más allá de cualquier norma establecida, los signos de puntuación componen también la arquitectura del pensamiento escrito. En este sentido, y tal y como sucede en poesía desde hace más de un siglo, no existen normas exactas para reglamentar el correcto uso de los signos en las partituras, tanto narrativas como poéticas. En términos de principios y parámetros, los signos de puntuación entrarían a formar parte de los parámetros del lenguaje, y en consecuencia se sitúan en un proceso de constante evolución y son variables que pueden depender de otros factores.
SIGNOS DE PUNTUACION
LA COMA



La coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa que se produce dentro de la oración o para separar distintas oraciones y frases que se refieran al mismo tema, pero que engloben diferentes ideas o conceptos.
La coma se usa para separar y hacer pequeñas pausas en un texto, párrafo u oración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni.
ejemplo:
Tengo perros, gatos, conejos y ratones.
Hay tendencias que admiten su uso previo a una conjunción, como los siguientes casos:
En el último elemento de una serie de datos separados por punto y coma: "En el cajón pon los papeles; sobre el escritorio, el monitor; en la caja, los discos, y en otro mueble, la impresora."
Cuando la idea principal que se escribe después de una serie de elementos no califica al último de ellos, sino a todos: "Compró una botella de vino, un queso y un pan, y llamó a sus amigos."
Cuando la conjunción y sea sinónimo de pero, es admisible, mas no necesario, el uso previo de una coma: "Estudió mucho para su examen, y no aprobó."
También se utiliza para delimitar una aclaración o inciso:
"Leilany, mi amiga, acaba de conseguir su primer empleo.
Aunque no lo creas, yo soy tu padre. y :Yo soy tu padre, aunque no lo creas.
Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas de coma, tales como: asimismo, obviamente (y todas las terminadas en el adverbio mente), en efecto, es decir, en fin, por consiguiente, no obstante y otras de la misma clase.
Dame eso pronto, es decir, si te parece bien.
Hizo su práctica profesional, obviamente, en la minera estatal.
El vocativo se escribe seguido de coma si va al principio de la frase, precedido de coma si va al final y entre comas si va en medio.
Carlos, ven aquí. Ven aquí, Carlos. ¿Sabes, Carlos, quién ha venido?
Este uso no debe confundirse con la estructura de sujeto y predicado, la cual no se separa con coma.
Carlos fue allí.
Sujeto: Carlos, verbo: fue, predicado: fue allí.
La coma también se utiliza cuando se invierte el orden lógico de los complementos de la oración (coma hiperbática). Por ejemplo:
Con esta nevada, no llegaremos nunca.
PUNTO Y COMA


Uso del punto y coma
El punto y coma (;) indica una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a la señalada por el punto.
Se utiliza en estos casos:
Orientación de uso
Ejemplos
Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
La chaqueta es azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca; y el abrigo, negro.
Cada uno de los grupos de trabajo preparará un taller: el primer grupo, el taller de cerámica; el segundo, el taller de telares; el tercero, el taller de cestería.
Para separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente cuando en estas se ha empleado la coma.
Era necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer turnos.
La muchacha gozaba, corría hacia su casa; sus padres acababan de llegar.
La situación económica de la empresa, agravada en los últimos tiempos, era preocupante; se imponía una acción rápida y contundente, si se deseaba salvar los puestos de trabajo.
A las cinco de la madrugada aún había luz en la habitación; seguramente, se había quedado dormido leyendo.
En muchos de estos casos se podría optar por separar los períodos con punto y seguido. La elección del punto y seguido o del punto y coma depende de la vinculación semántica que existe entre las oraciones o proposiciones. Si el vínculo es débil, se prefiere usar un punto y seguido; mientras que, si es más sólido, es conveniente optar por el punto y coma.
También sería posible separar los mencionados períodos con dos puntos, puesto que casi siempre subyacen las mismas relaciones expresadas. (No olvidemos que se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo).
Se suele colocar punto y coma, en vez de coma, delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como pero, mas, y, aunque, así como sin embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc., cuando los períodos tienen cierta longitud y encabezan la proposición a la que afectan.
Su discurso estuvo muy bien construido y fundamentado sobre sólidos principios; pero no consiguió convencer a muchos de los participantes en el Congreso.
Los jugadores se entrenaron intensamente durante todo el mes; sin embargo, los resultados no fueron los que el entrenador esperaba.
Las últimas pruebas que han llegado de la imprenta parecen muy limpias; por lo tanto, creo que no tardaré mucho en revisarlas y devolverlas.
Los enlaces como esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en cambio, en primer lugar, y también, a veces, determinados adverbios o locuciones que desempeñan la función de modificadores oracionales, como generalmente, quizás, posiblemente, efectivamente, finalmente, en definitiva, por regla general, colocados al principio de una oración, se separan del resto mediante una coma.
Si los bloques no son muy largos, se prefiere la coma.
Vendrá, pero tarde.
Lo hizo, aunque de mala gana.
Asimismo, si los períodos tienen una longitud considerable, es mejor separarlos con punto y seguido.
Este verano, varios vecinos del inmueble tienen previsto poner en venta sus respectivas viviendas. Por consiguiente, son previsibles numerosas visitas de posibles compradores.
 USO DEL PUNTO Y COMA  
El punto y coma se emplea en los siguientes casos:
    Para separar oraciones relacionadas entre sí, pero que carecen de conjunción o preposición (proposiciones yuxtapuestas).
Nada más ver aquella habitación, decidió limpiarla y ponerla en orden; la desempolvó, la fregó, la abrillantó y la pulió.
    Para separar los elementos de una enumeración que ya están separados entre sí por comas.
Mi madre es tendera; la de Sandra, arquitecta; la de Antonio, cirujana


 EL PUNTO


El punto (.) es un signo de puntuación. Se usa principalmente para indicar el final de un enunciado, de un párrafo o de un texto que no sea exclamativo ni interrogativo. Se usa también después de las abreviaturas.
 
El punto (.) es un signo ortográfico en forma circular. Es uno de los signos de puntuación más importantes y su función principal consiste en señalar el final de un enunciado (que no sea exclamativo o interrogativo). El uso del punto ayuda a que la redacción de un texto sea leída en forma ordenada en varias partes, cada una de ellas contiene una idea central. El punto se escribe sin separarse de la palabra, o número u otro signo que le precede y luego separado por un espacio del elemento que lo sigue.
 LOS DOS PUNTOS







Los dos puntos (:) son un signo de puntuación utilizados para señalar la producción de pausa que sea mayor a la establecida por la coma y menor que la señalada por el punto.

Los dos puntos se escriben al lado de la palabra o signo que le antecede y deben estar separados por un espacio de la otra palabra o signo que le sigue.

Desde el punto de vista de la sintaxis, los dos puntos son parecidos al "punto y coma" en cuanto separan dos partes de una oración con proposiciones independientes. De todos modos, no son signos exactamente iguales pues se diferencian en que los dos puntos imponen un matiz de causa/efecto, de dependencia semántica, entre esas proposiciones. Ej: No viene la tía: nos salvamos (la segunda proposición "nos salvamos" es autónoma sintácticamente de la primera, pero su sentido se completa teniéndola en cuenta, puesto que esa salvación expresada se vincula con algún factor existente en el personaje citado con anterioridad).

 Después de dos puntos se debe escribir en Minúscula o Mayúscula dependiendo del contexto.

 Los dos puntos se usan en los siguientes casos:

 Antes de una cita textual en estilo directo (nótese que en este caso la primera palabra de la cita se escribe con mayúscula)

 Luis XIV dijo: «Yo me voy, Francia se queda.» Introduciendo una explicación o una causa:
 Me quedo en casa: llueve y estoy cansado. Introduciendo una consecuencia o una síntesis:
 Llueve y estoy cansado: me quedo en casa.


PUNTOS SUSPENSIVOS





Los puntos suspensivos son signos de puntuación que se representan por tres puntos alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura (…).
Se utilizan al final de una frase en lugar del punto, y con el mismo significado gramatical que éste, si bien indican al lector que la frase precedente podría continuar. Ejemplo: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo…
 Para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación o suspenso:
No sé si ir o si no ir… No sé qué hacer
 Te llaman del hospital… Espero que sean buenas noticias»
 Quería preguntarte… No sé…, bueno…, que si quieres ir conmigo a la fiesta»
 Si yo te contara…
Orientación de uso
Ejemplos
Después de los puntos suspensivos, cuando cierra un enunciado, se escribe mayúscula.
El caso es que sí lloviese… Mejor no pensar cosa tan improbable.
Estamos ante un bosque mediterráneo de encinas, alcornoques, pinos… Bajo estos árboles es fácil encontrar níscalos en otoños lluviosos.
Cuando los puntos suspensivos no encierran un enunciado y este continúa tras ellos, se escribe minúscula.
Estoy pensando que… aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.
Se usan los puntos suspensivos al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera.
Su tienda es como la de los pueblos, donde venden de todo: comestibles, cacharros, ropas, juguetes….
Puedes hacer lo que te apetezca más: leer, ver la televisión, escuchar música…
Cuando se quiere expresar que antes de lo que va a seguir ha habido un momento de duda, temor o vacilación.
Iré; no iré… Debo decidirme pronto.
Espero una llamada del hospital… Seguro que son buenas noticias.
No sé… Creo que… bueno, sí, me parece que voy a ir.
En ocasiones, la interrupción del enunciado sirve para sorprender al lector con lo inesperado de la salida.
Se convocó a una junta, se distribuyeron centenares de papeles anunciándola y, al final, nos reunimos… cuatro personas.
Para dejar un enunciado incompleto y en suspenso.
Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable… No quiero seguir hablando de ello.
Cuando se reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte.
En ese momento de indecisión, pensé: Más vale pájaro en mano…” y acepté el dinero.
El escolar recitaba muy solemne: “Con diez cañones por banda…”
Se escriben tres puntos dentro de paréntesis (…) o corchetes […] cuando al transcribir literalmente un texto se omite una parte de él.
Yo fui loco y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha y soy agora […] Alonso Quijano el Bueno.
 LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN


Los signos de interrogación (¿?) son signos ortográficos dobles que se utilizan para indicar que un enunciado se transforma en una pregunta. Interrogar, significa, precisamente, preguntar o inquirir. Tiene la forma de un trazo en forma de curva y un punto encima.
Los signos de interrogación, a diferencia de lo que ocurre en otros idiomas como el inglés, en donde solo es necesario colocarlos al final de la oración, son considerados como signos dobles. Es decir, siempre se debe escribir un signo de apertura en la parte izquierda del enunciado y uno de cierre al final del mismo.
Ejemplos: ¿Qué hora es?
 ¿Por qué estás molesto? ¿Cuántos años tienes?
 Juan, ¿desde cuándo vives en esa ciudad?
Función del signo de interrogación
 La función de este signo ortográfico es la de otorgar a la oración un carácter especial, no aseverativa, ya que quien escribe el enunciado con signos interrogativos, no está afirmando o negando nada, sino que está formulando una pregunta.
Reglas básicas para el uso de los signos de interrogación :
·         Son signos dobles. Es decir, existe un signo de apertura (¿) y otro de cierre (?).
·         Se escriben pegados a la primera y a la última letra de la expresión que enmarcan
·         Debe dejarse un espacio entre las palabras que le preceden o lo siguen, a no ser que, si lo que sigue es otro signo de puntuación.
·         En ese caso, no se deja espacio
·         Ejemplo: ¿Cómo te llamas? Me llamo Claudio
·         ¿Qué será que me espera en esa ciudad?¿Vivirá Juan todavía allí?.
Pronunciación de las oraciones interrogativas. Es importante señalar que los enunciados que presentan estos signos requieren una pronunciación diferente a una oración convencional. Al respecto, la Ortografía señala que la pronunciación tiene la característica de una “curva melódica”
SIGNOS DE EXCLAMACION.





Los signos de exclamación (¡ !), también conocidos como signos de admiración,1 se usan para indicar una expresión y para enfatizar algo. El signo con que se inicia la exclamación es «¡» y el signo con que se la termina es «!».
Este signo tiene la función de representar en la escritura la entonación exclamativa de un enunciado. En la pronunciación, los enunciados que van entre signos de exclamación tienen un tono final decente  pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué, cuánto, quién, cuándo...
El castellano es el único idioma en el que debe usarse el signo inicial «¡».

Pronunciación de las oraciones exclamativas
Al igual que las oraciones con signos de interrogación, los enunciados exclamativos requieren una pronunciación distinta que la diferencien de un enunciado común.
Es decir, también debe pronunciarse con una curva melódica que tenga el efecto de transmitir al oyente que, efectivamente, quien pronuncia estas oraciones le está dando cierta emotividad y realce. 


Reglas básicas para el uso de los signos de exclamación

- Son signos dobles. Es decir, existe un signo de apertura y otro de cierre. El primero, lleva el punto supra escrito (¡) y el segundo, suscrito (!).
- Se escriben pegados a la primera y a la última letra de la expresión que enmarcan
- Debe dejarse un espacio entre las palabras que le preceden o lo siguen, a no ser que, si lo que sigue es otro signo de puntuación. En ese caso, no se deja espacio
Ejemplo: !Por fin tendré vacaciones! Aprovecharé para ir de vacaciones - No necesariamente deben colocarse al inicio del enunciado
Ejemplo: Diana llegó hoy. ¡Estoy tan contento!

Uso de los signos de exclamación cuando la pregunta no coincide con el inicio del enunciado
Vocativos: El vocativo puede quedar fuera de la expresión exclamativa
Ejemplo: Andrés, ¡cuanto me alegro que hayas venido!

Luego de adverbios y locuciones adverbiales: Es costumbre escribir entre signos de exclamación o interrogación luego de adverbios como sinceramente, francamente, o de locuciones adverbiales como con la mano en el corazón
Ejemplo: Con la mano en el corazón, ¡gracias por todo! 



METODOLOGÍA
Los alumnos deberán realizar una guía la cual va a contener 10 oraciones para que hagan el árbol generativo y 10 planteamientos para el análisis sintáctico en ortografía.



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