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Prestar atención a la forma de escribir.
La ortografía se puede describir como el
uso correcto de las letras para escribir palabras. Concretamente el término
ortografía subraya que las letras se usan de acuerdo con unas determinadas
convenciones que se expresan a través de un conjunto de normas. Éstas
establecen el uso correcto de las letras y los demás signos gráficos en la
escritura de una lengua cualquiera en un tiempo concreto. La escritura
alfabética es en su origen una escritura fonética. Ahora bien, no existe
alfabeto alguno que sea una representación exacta de su lengua. Incluso en el
caso del español, que es junto al alemán una de las lenguas que mejor
representa su fonética, existen 28 letras para representar sus 24 fonemas
básicos
Cuéntase de un
señor que, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente escrito, falto
de todo signo de puntuación:
Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis
tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los
jesuitas todo lo dicho es mi deseo
Se dio lectura
del documento a las personas aludidas en él, y cada cual se atribuía la
preferencia. Mas a fin de resolver estas dudas, acordaron que cada una
presentara el escrito corriente con los signos de puntuación cuya falta
motivaba la discordia. Y, en efecto, el sobrino Juan lo presentó de esta forma:
Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis.
Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los
jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
Como puede
verse, el favorecido resultaba ser Juan; más no conformándose el hermano Luis, este lo arregló así:
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No: a mi hermano
Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo,
para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
El sastre, a su vez, justificó su reclamación como sigue:
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano
Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para
los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
De este modo,
el sastre intentó cobrar su cuenta; pero se interpusieron los jesuitas,
reclamando toda la herencia, y sosteniendo que la verdadera interpretación del
escrito era esta:
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano
Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo.
Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo.
Esta lectura
motivó gran escándalo entre los concurrentes y, para poner orden, acudió la
autoridad. Esta consiguió restablecer la calma, y después de examinar el
escrito, objeto de la cuestión, exclamó en tono severo:
-Señores: aquí
se trata de cometer un fraude. El finado no ha testado y, por tanto, la herencia
pertenece al Estado, según las leyes en vigor. Así lo prueba esta verdadera interpretación:
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano
Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo para
los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
“En su virtud,
y no resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez …, etc., etc., me
incauto de ella en nombre del Estado. Queda terminado este asunto”.
Conclusión: El uso de los signos de puntuación
viene determinado por el sentido de las frases y es necesario usar los que en
cada caso convengan y precisamente donde convengan.
IMPORTANCIA DE LOS SIGNOS DE PUNTUACION.
Los
signos de puntuación se usan en los textos escritos para intentar reproducir la
entonación del lenguaje oral (pausas, matices de voz, gestos, cambios de tono,
etc.) con objeto de interpretar y comprender correctamente el mensaje escrito.
Los
signos de puntuación, por lo tanto, nos permiten expresarnos con claridad y
evitar interpretaciones diferentes del mismo texto.
EJEMPLO:
Perdón imposible, que cumpla su condena.
Perdón, imposible que cumpla su condena.
No, es verdad.
No es verdad.
Los signos de puntuación
delimitan las frases y los párrafos y establecen la jerarquía sintáctica de las
proposiciones, consiguiendo así estructurar el texto, ordenar las ideas y
jerarquizarlas en principales y secundarias, y eliminar ambigüedades. La puntuación
varía según el estilo de escritura; sin embargo, las diferencias de estilo que
se puedan presentar no eximen a nadie de cumplir con ciertas normas mínimas y
de evitar errores generalmente considerados como inaceptables. De ahí la
importancia de conocer y aplicar las normas básicas de la puntuación.
No obstante, hay que
advertir que más allá de cualquier norma establecida, los signos de puntuación
componen también la arquitectura del pensamiento escrito. En este sentido, y
tal y como sucede en poesía desde hace más de un siglo, no existen normas
exactas para reglamentar el correcto uso de los signos en las partituras, tanto
narrativas como poéticas. En términos de principios y parámetros, los signos de
puntuación entrarían a formar parte de los parámetros del lenguaje, y en
consecuencia se sitúan en un proceso de constante evolución y son variables que
pueden depender de otros factores.
SIGNOS DE PUNTUACION
LA COMA
La coma (,)
es un signo de puntuación que señala una breve pausa que se produce dentro de
la oración o para separar distintas oraciones y frases que se refieran al mismo
tema, pero que engloben diferentes ideas o conceptos.
La coma se usa
para separar y hacer pequeñas pausas en un texto, párrafo u oración, salvo los
que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni.
ejemplo:
Tengo perros, gatos, conejos y ratones.
Hay tendencias
que admiten su uso previo a una conjunción, como los siguientes casos:
En el último
elemento de una serie de datos separados por punto y coma: "En el cajón
pon los papeles; sobre el escritorio, el monitor; en la caja, los discos, y en
otro mueble, la impresora."
Cuando la idea
principal que se escribe después de una serie de elementos no califica al
último de ellos, sino a todos: "Compró una botella de vino, un queso y
un pan, y llamó a sus amigos."
Cuando la
conjunción y sea sinónimo de pero, es admisible, mas no
necesario, el uso previo de una coma: "Estudió mucho para su examen, y
no aprobó."
También se
utiliza para delimitar una aclaración o inciso:
"Leilany, mi amiga, acaba de
conseguir su primer empleo.
Aunque no lo creas, yo soy tu padre. y :Yo soy tu padre, aunque no lo
creas.
Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van
precedidas y seguidas de coma, tales como: asimismo, obviamente
(y todas las terminadas en el adverbio mente), en efecto, es decir,
en fin, por consiguiente, no obstante y otras de la misma
clase.
Dame eso pronto, es decir, si te parece
bien.
Hizo su práctica profesional,
obviamente, en la minera estatal.
El vocativo se
escribe seguido de coma si va al principio de la frase, precedido de coma si va
al final y entre comas si va en medio.
Carlos, ven aquí. Ven aquí, Carlos.
¿Sabes, Carlos, quién ha venido?
Este uso no
debe confundirse con la estructura de sujeto y predicado, la cual no se separa
con coma.
Carlos fue allí.
Sujeto: Carlos,
verbo: fue, predicado: fue allí.
La coma también
se utiliza cuando se invierte el orden lógico de los complementos de la oración
(coma hiperbática). Por ejemplo:
Con esta
nevada, no llegaremos nunca.
PUNTO Y COMA
Uso del punto y coma
El punto y
coma (;) indica una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a
la señalada por el punto.
Se utiliza
en estos casos:
Orientación de uso
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Ejemplos
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Para
separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones
complejas que incluyen comas.
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La
chaqueta es azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca; y el abrigo,
negro.
Cada uno
de los grupos de trabajo preparará un taller: el primer grupo, el taller de
cerámica; el segundo, el taller de telares; el tercero, el taller de
cestería.
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Para
separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente cuando en estas se ha
empleado la coma.
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Era
necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que
establecer turnos.
La
muchacha gozaba, corría hacia su casa; sus padres acababan de llegar.
La
situación económica de la empresa, agravada en los últimos tiempos, era
preocupante; se imponía una acción rápida y contundente, si se deseaba salvar
los puestos de trabajo.
A las
cinco de la madrugada aún había luz en la habitación; seguramente, se había
quedado dormido leyendo.
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En
muchos de estos casos se podría optar por separar los períodos con punto y
seguido. La elección del punto y seguido o del punto y coma depende de la
vinculación semántica que existe entre las oraciones o proposiciones. Si el
vínculo es débil, se prefiere usar un punto y seguido; mientras que, si es
más sólido, es conveniente optar por el punto y coma.
También
sería posible separar los mencionados períodos con dos puntos, puesto que
casi siempre subyacen las mismas relaciones expresadas. (No olvidemos que se
emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas
entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo).
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Se suele
colocar punto y coma, en vez de coma, delante de conjunciones o locuciones
conjuntivas como pero, mas, y, aunque, así como sin
embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc., cuando los
períodos tienen cierta longitud y encabezan la proposición a la que afectan.
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Su
discurso estuvo muy bien construido y fundamentado sobre sólidos principios;
pero no consiguió convencer a muchos de los participantes en el Congreso.
Los
jugadores se entrenaron intensamente durante todo el mes; sin embargo, los
resultados no fueron los que el entrenador esperaba.
Las
últimas pruebas que han llegado de la imprenta parecen muy limpias; por lo
tanto, creo que no tardaré mucho en revisarlas y devolverlas.
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Los
enlaces como esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por
consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en
cambio, en primer lugar, y también, a veces, determinados
adverbios o locuciones que desempeñan la función de modificadores
oracionales, como generalmente, quizás, posiblemente, efectivamente,
finalmente, en definitiva, por regla general, colocados al principio
de una oración, se separan del resto mediante una coma.
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Si los
bloques no son muy largos, se prefiere la coma.
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Vendrá,
pero tarde.
Lo hizo,
aunque de mala gana.
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Asimismo,
si los períodos tienen una longitud considerable, es mejor separarlos con
punto y seguido.
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Este
verano, varios vecinos del inmueble tienen previsto poner en venta sus
respectivas viviendas. Por consiguiente, son previsibles numerosas visitas de
posibles compradores.
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USO DEL PUNTO Y COMA
El punto y coma se emplea en los siguientes
casos:
Para separar oraciones relacionadas entre sí, pero que carecen de
conjunción o preposición (proposiciones yuxtapuestas).
Nada más ver
aquella habitación, decidió limpiarla y ponerla en orden; la desempolvó, la
fregó, la abrillantó y la pulió.
Para separar los elementos de una enumeración que ya están separados entre
sí por comas.
Mi
madre es tendera; la de Sandra, arquitecta; la de Antonio, cirujana
EL PUNTO
El punto (.) es un signo de puntuación. Se usa
principalmente para indicar el final de un enunciado, de un párrafo o de un
texto que no sea exclamativo ni interrogativo. Se usa también después de las
abreviaturas.
El punto
(.) es un signo ortográfico en forma circular. Es uno de los signos de
puntuación más importantes y su función principal consiste en señalar el final
de un enunciado (que no sea exclamativo o interrogativo). El uso del punto
ayuda a que la redacción de un texto sea leída en forma ordenada en varias
partes, cada una de ellas contiene una idea central. El punto se escribe sin
separarse de la palabra, o número u otro signo que le precede y luego separado
por un espacio del elemento que lo sigue.
LOS DOS PUNTOS
Los dos puntos (:) son
un signo de puntuación utilizados para señalar la producción de pausa que sea
mayor a la establecida por la coma y menor que la señalada por el punto.
Los dos puntos se
escriben al lado de la palabra o signo que le antecede y deben estar separados
por un espacio de la otra palabra o signo que le sigue.
Desde el punto de vista
de la sintaxis, los dos puntos son parecidos al "punto y coma" en
cuanto separan dos partes de una oración con proposiciones independientes. De
todos modos, no son signos exactamente iguales pues se diferencian en que los
dos puntos imponen un matiz de causa/efecto, de dependencia semántica, entre
esas proposiciones. Ej: No viene la tía: nos salvamos (la segunda proposición
"nos salvamos" es autónoma sintácticamente de la primera, pero su sentido
se completa teniéndola en cuenta, puesto que esa salvación expresada se vincula
con algún factor existente en el personaje citado con anterioridad).
Después de dos puntos se debe escribir en
Minúscula o Mayúscula dependiendo del contexto.
Los dos puntos se usan en los siguientes
casos:
Antes de una cita textual en estilo directo
(nótese que en este caso la primera palabra de la cita se escribe con
mayúscula)
Luis XIV dijo: «Yo me voy, Francia se queda.»
Introduciendo una explicación o una causa:
Me quedo en casa: llueve y estoy cansado.
Introduciendo una consecuencia o una síntesis:
Llueve y estoy cansado: me quedo en casa.
PUNTOS SUSPENSIVOS
Los puntos suspensivos
son signos de puntuación que se representan por tres puntos alineados
horizontalmente al nivel de la línea base de escritura (…).
Se utilizan al final de
una frase en lugar del punto, y con el mismo significado gramatical que éste,
si bien indican al lector que la frase precedente podría continuar. Ejemplo:
lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo, lunes, martes,
miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo…
Para indicar la existencia en el discurso de
una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación o suspenso:
No sé si ir o si no ir…
No sé qué hacer
Te llaman del hospital… Espero que sean buenas
noticias»
Quería preguntarte… No sé…, bueno…, que si
quieres ir conmigo a la fiesta»
Si yo te contara…
Orientación de uso
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Ejemplos
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Después
de los puntos suspensivos, cuando cierra un enunciado, se escribe mayúscula.
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El caso
es que sí lloviese… Mejor no pensar cosa tan improbable.
Estamos
ante un bosque mediterráneo de encinas, alcornoques, pinos… Bajo estos
árboles es fácil encontrar níscalos en otoños lluviosos.
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Cuando
los puntos suspensivos no encierran un enunciado y este continúa tras ellos,
se escribe minúscula.
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Estoy
pensando que… aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.
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Se usan
los puntos suspensivos al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con
el mismo valor que la palabra etcétera.
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Su
tienda es como la de los pueblos, donde venden de todo: comestibles,
cacharros, ropas, juguetes….
Puedes
hacer lo que te apetezca más: leer, ver la televisión, escuchar música…
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Cuando
se quiere expresar que antes de lo que va a seguir ha habido un momento de
duda, temor o vacilación.
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Iré; no
iré… Debo decidirme pronto.
Espero
una llamada del hospital… Seguro que son buenas noticias.
No sé…
Creo que… bueno, sí, me parece que voy a ir.
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En
ocasiones, la interrupción del enunciado sirve para sorprender al lector con
lo inesperado de la salida.
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Se
convocó a una junta, se distribuyeron centenares de papeles anunciándola y,
al final, nos reunimos… cuatro personas.
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Para
dejar un enunciado incompleto y en suspenso.
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Fue todo
muy violento, estuvo muy desagradable… No quiero seguir hablando de ello.
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Cuando
se reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte.
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En ese
momento de indecisión, pensé: Más vale pájaro en mano…” y acepté el dinero.
El
escolar recitaba muy solemne: “Con diez cañones por banda…”
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Se
escriben tres puntos dentro de paréntesis (…) o corchetes […] cuando al
transcribir literalmente un texto se omite una parte de él.
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Yo fui
loco y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha y soy agora […] Alonso
Quijano el Bueno.
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LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN
Los signos de
interrogación (¿?) son signos ortográficos dobles que se utilizan para indicar
que un enunciado se transforma en una pregunta. Interrogar, significa,
precisamente, preguntar o inquirir. Tiene la forma de un trazo en forma de
curva y un punto encima.
Los signos de
interrogación, a diferencia de lo que ocurre en otros idiomas como el inglés,
en donde solo es necesario colocarlos al final de la oración, son considerados
como signos dobles. Es decir, siempre se debe escribir un signo de apertura en
la parte izquierda del enunciado y uno de cierre al final del mismo.
Ejemplos: ¿Qué hora es?
¿Por qué estás molesto? ¿Cuántos años tienes?
Juan, ¿desde cuándo vives en esa ciudad?
Función del signo de
interrogación
La función de este signo ortográfico es la de
otorgar a la oración un carácter especial, no aseverativa, ya que quien escribe
el enunciado con signos interrogativos, no está afirmando o negando nada, sino
que está formulando una pregunta.
Reglas básicas para el
uso de los signos de interrogación :
·
Son
signos dobles. Es decir, existe un signo de apertura (¿) y otro de cierre (?).
·
Se
escriben pegados a la primera y a la última letra de la expresión que enmarcan
·
Debe
dejarse un espacio entre las palabras que le preceden o lo siguen, a no ser
que, si lo que sigue es otro signo de puntuación.
·
En ese
caso, no se deja espacio
·
Ejemplo:
¿Cómo te llamas? Me llamo Claudio
·
¿Qué
será que me espera en esa ciudad?¿Vivirá Juan todavía allí?.
Pronunciación de las
oraciones interrogativas. Es importante señalar que los enunciados que
presentan estos signos requieren una pronunciación diferente a una oración
convencional. Al respecto, la Ortografía señala que la pronunciación tiene la
característica de una “curva melódica”
SIGNOS DE EXCLAMACION.
Los signos de exclamación (¡ !), también conocidos como
signos de admiración,1 se usan para indicar una expresión y para enfatizar
algo. El signo con que se inicia la exclamación es «¡» y el signo con que se la
termina es «!».
Este signo tiene la función de representar en la
escritura la entonación exclamativa de un enunciado. En la pronunciación, los
enunciados que van entre signos de exclamación tienen un tono final decente
pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué, cuánto,
quién, cuándo...
El castellano es el único idioma en el que debe usarse el
signo inicial «¡».
Pronunciación de las oraciones exclamativas
Al igual que las oraciones con signos de interrogación,
los enunciados exclamativos requieren una pronunciación distinta que la
diferencien de un enunciado común.
Es decir, también debe pronunciarse con una curva
melódica que tenga el efecto de transmitir al oyente que, efectivamente, quien
pronuncia estas oraciones le está dando cierta emotividad y realce.
Reglas básicas para el uso de los signos de exclamación
- Son signos dobles. Es decir, existe un signo de
apertura y otro de cierre. El primero, lleva el punto supra escrito (¡) y el
segundo, suscrito (!).
- Se escriben pegados a la primera y a la última letra de
la expresión que enmarcan
- Debe dejarse un espacio entre las palabras que le
preceden o lo siguen, a no ser que, si lo que sigue es otro signo de
puntuación. En ese caso, no se deja espacio
Ejemplo: !Por fin tendré vacaciones! Aprovecharé para ir
de vacaciones - No necesariamente deben colocarse al inicio del enunciado
Ejemplo: Diana llegó hoy. ¡Estoy tan contento!
Uso de los signos de exclamación cuando la pregunta no
coincide con el inicio del enunciado
Vocativos: El vocativo puede quedar fuera de la expresión
exclamativa
Ejemplo: Andrés, ¡cuanto me alegro que hayas venido!
Luego de adverbios y locuciones adverbiales: Es costumbre
escribir entre signos de exclamación o interrogación luego de adverbios como sinceramente,
francamente, o de locuciones adverbiales como con la mano en el corazón
Ejemplo: Con la mano en el corazón, ¡gracias por todo!
METODOLOGÍA
Los alumnos deberán realizar una guía la cual va a contener 10 oraciones para que hagan el árbol generativo y 10 planteamientos para el análisis sintáctico en ortografía.
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